Sin embargo, y especialmente, en los primeros meses del diagnóstico, la dificultad diaria para manejarse con la enfermedad puede hacer que todo gire alrededor de ella. Aceptar que esto es así es importante. También lo es darse cuenta que manejaremos la diabetes del mismo modo que manejamos otras esferas de la vida. Es decir, si siempre has sido alguien con miedos frecuentes, con ansiedad, con necesidad de control, con inseguridad, etc… seguramente te relacionarás con la enfermedad del mismo modo. Si eres alguien que confías en la vida, en que no se puede conseguir la perfección sino lo posible, en que tu hija o tu hijo será capaz de tener una vida plena y le das la seguridad y confianza para ello, entonces manejarás la situación de la diabetes con la misma actitud.