Las clases de Rosa siempre me dejaban con ganas de más y me ayudaron a conocerme mejor a mí misma, a mis compañeros. Como investigadora y directora de proyecto, Rosa es muy cuidadosa con la metodología y se asegura de disponer de un equipo interdisciplinar para obtener todos los puntos de vista. En sus talleres, al igual que en sus clases, siempre te deja con ganas de más. Rosa ha sido una gran mentora para mí. Gracias a su forma de ser y sus habilidades sociales Rosa consigue un ambiente de trabajo acogedor, en el que los miembros se sienten seguros y motivados. En resumen, Rosa es una gran profesional, destacando sus habilidades de liderazgo y trabajo en equipo, así como la calidad de sus talleres y clases.

Rosa es una docente como pocas he tenido en todo mi desarrollo como estudiante. Su pasión tanto por la docencia como por las materias es contagiosa y hace que sea apasionante ir a la clase cada día. Es muy cercana (cosa muy poco habitual en la universidad) y a la vez exigente. Para mi fue especialmente llamativa la cantidad de métodos y formas diversas que usa para explicar cada tema de la mejor manera posible. Gracias a ella no solo aprendí de verdad sobre las asignaturas per se, sino que me aportó una nueva forma de ver el grado y me ayudo muchísimo a nivel personal para poder sobrellevar la presión y el estrés con la que en esa etapa viví la carrera. Por eso, para mi, será siempre una de esas personas que recuerdas para siempre con mucha admiración y cariño.

Tuve la enorme suerte de que Rosa se cruzara en mi camino y poder aprender y descubrir con ella. Como docente, me mostró un mundo nuevo de posibilidades relacionadas con la danza que transformaron mi trayectoria profesional y me ayudó a revelar mi potencial trabajando fortalezas y dificultades que incluso yo desconocía. Posee una fórmula inspiradora en su modo de enseñar que combina a la perfección, pasión-rigurosidad y teoría-práctica. Haciendo que sus asignaturas sean un espacio de confianza en el que crecer tanto personal como profesionalmente. Todo lo desarrollado en sus clases es significativo, de hecho a día de hoy sigo utilizando los materiales elaborados para mi práctica profesional. Gracias.

Durante mi tiempo como estudiante con Rosa, en la asignatura de DMT, me llevé una infinidad de cosas buenas. Su forma de enseñar, siempre desde el amor, el cariño y la tranquilidad, hacía que en las clases se aprovechara cada uno de los minutos, aprendiendo y sumando muchas experiencias sobre esta nueva forma de ver y sentir la danza. Me hubiese gustado mucho que esta asignatura fuese anual e incluso, poder aprenderla en varios años porque hay muchísimo que aprender.